© Indrajit Samarajiva Cuando aterrizas en las Maldivas te sientes como el tÃpico mafioso: «Bonito lugar, serÃa una lástima que le ocurriese algo». Y precisamente eres tú lo que le está ocurriendo. En las Maldivas puedes observar al mismo tiempo el cambio climático y la imposibilidad de impedirlo, con tus propios ojos.