En la naciĆ³n mĆ”s joven del mundo, el futuro estĆ” gripado. Poco mĆ”s de una dĆ©cada despuĆ©s de la cruenta independencia del paĆs, 7 de cada 10 niƱos sursudaneses permanecen todavĆa sin escolarizar. La mayorĆa de quienes disfrutan ese privilegio lo hacen en escuelas desplegadas bajo los Ć”rboles o en chamizos temporales donde el calor y los insectos conspiran con la malnutriciĆ³n, atrapando a las nuevas generaciones en niveles medievales de pobreza e ignorancia. Solo un tercio de sus maestros ha recibido algĆŗn tipo de capacitaciĆ³n formal y el desarrollo del curso se ve interrumpido regularmente por las embestidas violentas de las milicias y el clima, que fuerzan el desplazamiento temporal o definitivo de las comunidades.