Infraestructura social o comunitaria

Una infraestructura social o comunitaria es una infraestructura física pensada para facilitar las relaciones recurrentes entre personas. Nos referimos, sobre todo, a los equipamientos y al espacio público.
El concepto de infraestructura social ha sido recientemente propuesto por E. Klinenberg, que nos dice que la infraestructura social es la infraestructura física que produce capital social. La cantidad y variedad-diversidad de nuestras relaciones sociales, nuestro capital social, es clave para nuestro desarrollo personal y nuestro bienestar relacional y material.
Escuelas, polideportivos, bibliotecas, centros cívicos, parques y plazas pueden ser pensados, diseñados y organizados para facilitar que la gente se encuentre y se relacione. A partir de esa relación, cuando es frecuente o recurrente, se producen vínculos que activan el conocimiento y el reconocimiento entre vecinos y vecinas, la solidaridad ante amenazas compartidas y, en definitiva, la cohesión social.

Es posible construir bibliotecas, centros culturales y educativos o espacios públicos, pensando tanto en la relación, el vínculo y la acción conjunta entre personas usuarias como en la eficiencia y la eficacia o la calidad del servicio.
No se trata necesariamente de construir nuevos edificios, sino de dotar a los actuales de esa intencionalidad, lo que puede requerir cambios en el diseño físico del espacio y, sobre todo, en las formas de organizar y prestar los servicios para acoger, acompañar, facilitar lo relacional.

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