Cohousing

El cohousing o vivienda colaborativa es un modelo de acceso a la vivienda promovido por la unión de un grupo de personas que diseñan sus casas a su medida, compartiendo espacios y servicios comunes.

Surge como respuesta a la dificultad que tienen numerosos colectivos de la sociedad para acceder al mercado tradicional de la vivienda, ya sea a través de la compra o del alquiler.
Su origen se remonta a los años 60 en Dinamarca, donde surge el modelo Andel, una comunidad de personas que convive en un conjunto residencial bajo la fórmula de cooperativa.

El cohousing funciona como una cooperativa basada en un régimen de cesión de derecho de uso de la vivienda. La principal diferencia con una cooperativa de viviendas convencional es que la propiedad de estos inmuebles es de la cooperativa y los socios solo tienen derecho a su uso.

En concreto, los residentes tienen que pagar una cantidad de dinero para entrar en la cooperativa y una renta mensual para contribuir a los gastos generales, como suministros y servicios. Por otro lado, el derecho de uso de la vivienda puede ser trasmitido o heredado. 

Los miembros de la cooperativa participan en la planificación y diseño de las viviendas y de los servicios comunes. Funciona bajo un régimen de autogestión, en el que cada socio tiene un voto y participa en las decisiones. Normalmente, el conjunto residencial se articula en viviendas unifamiliares agrupadas en una calle o un terreno o en pisos de un edificio donde los vecinos comparten zonas y servicios que han sido definidos previamente tales como salas comunitarias para hacer comidas o reuniones, salas de juego y estudio para los niños, lavandería, biblioteca, jardines, talleres, huertos urbanos…

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