UberizaciĆ³n

El término “uberización” procede del nombre de la empresa californiana Uber, que ofrece servicios de transporte urbano en coche.

La uberización es un proceso económico que, gracias a las nuevas tecnologías digitales, soslaya los sectores tradicionales de la economía creando un nuevo intermediario. Este intermediario, que permite poner en contacto directo a usuarios y proveedores de servicios, adopta la forma de una plataforma digital.

Frente a las plataformas tradicionales de intermediación entre usuarios y productores de contenidos, la uberización se distingue por el crowdsourcing. Se basa en usuarios voluntarios y flexibles para llevar a cabo un cierto número de tareas.

La idea que subyace a la uberización es la de “todos emprendedores”. La línea que separa a los trabajadores profesionales de los empleados de la plataforma se difumina, lo que da lugar a una competencia entre estos últimos.

La “Uberización” desafía la norma del empleo asalariado. Los proveedores de servicios realizan “misiones”, se les paga por su trabajo. Se habla de “ingresos”, de “facturación” y ya no de “salario”.

Aunque el autoempleo permite más libertad en la organización del tiempo de trabajo, también es un vector de incertidumbre e inseguridad. Regularmente se denuncia la precariedad de los trabajadores autónomos “uberizados”, que no se benefician de las protecciones asociadas al estatuto de asalariado.

Los críticos también denuncian un “sistema de trabajo asalariado encubierto” que acentuaría la subcontratación y sería una forma de que las empresas se libraran de las cargas patronales empleando mano de obra barata.

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