Acción comunitaria

Llamamos acción comunitaria a una actuación colaborativa, organizada e intencional de dinamización participativa de una comunidad hacia un objetivo compartido, que busca su empoderamiento colectivo, su transformación como sujeto consciente y la mejora de la vida de todas las personas que son o pueden ser parte de ella.

Conforme a esta definición, en toda acción comunitaria se conjugan cuatro elementos:

  • Una comunidad de personas
  • Un problema o interés compartido que requieres soluciones colectivas
  • La autoorganización, la participación y la colaboración como ingredientes esenciales para la búsqueda de dichas soluciones
  • Un propósito compartido de mejora de la calidad de vida de todas las personas que integran la comunidad

La acción comunitaria requiere la concienciación y el empoderamiento de la comunidad para su desarrollo. Es decir, las capacidades para identificar y entender determinados problemas como necesidades colectivas y para reconocerse como sujeto con poder para articular posibles soluciones.

La acción comunitaria se apoya en las dinámicas comunitarias realmente existentes e intenta ayudar a que sus potencialidades se desarrollen y fructifiquen en comunidades abiertas e inclusivas, catalizando los vínculos y las relaciones entre las personas.

Los valores de la acción comunitaria se encuentran tanto en la capacidad de generación de cambios y mejoras sociales, como en las formas de trabajo e interacción humana que preconiza. Se trata de satisfacer necesidades y expectativas de calidad de vida y desarrollo humano mediante relaciones de respeto, confianza, diálogo, creatividad o aprendizaje. Expresado en dos palabras: transformar y construir ciudadanía. La acción comunitaria se justifica en tanto que motor de transformación, de cambio tangible hacia territorios y comunidades más inclusivos. Y plantea estos cambios a partir de procesos de protagonismo colectivo, de ciudadanía activa con capacidad relacional y constructiva.

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